Dolor emocional y físico

La forma en que tratamos el dolor tiene un gran impacto en la duración y la intensidad del dolor. Si me alejo del dolor, lo ignoro, si me defiendo o reacciono enojada, si lo evito, si me esfuerzo por no sentirlo, desarrollo una actitud protectora para poder vivir bien con el dolor sin que suceda con demasiada frecuencia. Pero también pierdo una parte vital de mí.

¿Cómo puedo escuchar lo que el dolor me dice sobre mi postura (física o mental) y descifrar lo que el dolor "quiere de mí"?

El dolor es un fenómeno recurrente en la vida de todos y, sin embargo, hacemos todo lo posible para evitarlo lo más rápido posible, para que no tengamos que sentirlo o solo lo sintamos por momentos cortos. Comprensible, ya que ¿a quién le gusta el dolor? Sin embargo, si ignoramos la señal importante que es el dolor, no solo corremos el riesgo de que se vuelva crónico o de que adoptemos una actitud protectora, lo que a su vez trae consigo otros problemas, sino que también le quitamos la oportunidad de cambiar algo activamente, para ser más saludable y más feliz.

El dolor nos dice mucho sobre nosotros mismos: el dolor emocional nos hace darnos cuenta de que alguien o algo es más importante para nosotros de lo que pensábamos, que nos falta algo o que está sucediendo algo que nos entristece y que es importante para nosotros. hacer algo al respecto para cambiarlo.

El dolor físico nos dice que una cierta postura es dañina para nuestro cuerpo, que tenemos un hábito mental, físico o emocional que es malo, que necesitamos relajar, que necesitamos hacer ejercicio o descansar, etc.

En la terapia corporal, instruyo a los clientes a permitir el dolor a través de la respiración adecuada y la relajación máxima sin endurecerse o evitarlo, para brindarle la oportunidad mental y física de encontrar una forma diferente de relacionarse con el dolor. Muchas veces este cambio de actitud frente al dolor puede llevar a que desaparezca. Por supuesto, usted mismo determina los límites en cada momento. a menudo, con un trabajo corporal consciente, el dolor puede desaparecer por completo en poco tiempo, debilitarse o convertirse en una sensación que ya no se percibe como dolor. También la causa del dolor a menudo se vuelve más evidente.

A través del trabajo corporal puede usted ayudar a su cuerpo a crear las condiciones ideales para la curación. Sin embargo, el trabajo corporal no reemplaza de ninguna manera el tratamiento, la rehabilitación o la terapia médica necesaria. Por favor, aclare con su médico de antemano si es necesario y, en caso afirmativo, qué tratamiento es necesario para obtener el mayor beneficio posible del trabajo corporal que ofrezco , para que complemente el tratamiento médico de manera óptima.

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